Cuando decidimos juntar dos gatos con el objetivo de que se apareen, es esencial seguir ciertos pasos para asegurar una interacción positiva y aumentar las probabilidades de éxito en el proceso de apareamiento. En este artículo, exploraremos algunas pautas y recomendaciones para lograr una introducción exitosa entre ambos felinos.

Permitir una presentación gradual y supervisada

Pondremos a los gatos en la misma habitación y dejaremos que todo fluya espontáneamente, vigilando que no se peleen entre ambos, es muy posible que a primera vista comiencen a soplarse (se bufen) entre ambos, sin alarmarnos seguiremos viendo la siguiente reacción, puede ser que se separen y se vayan cada uno por su lado, se gruñan o comiencen a darse zarpazos, en este momento debemos intervenir, haciendo un ruido fuerte, gritándole el nombre al gato antiguo.

Proporcionar espacios separados y recursos individuales

No forzaremos las situaciones acercando a ambos gatos, solo conseguiremos mas peleas, así que dejaremos que se conozcan por si solos, dándoles el espacio que corresponde, plato y cama propia a cada uno, al igual que dos bebederos de agua, también si es posible, conseguir otra bandeja de arena para colocarlo en otro lugar de la casa, así ninguno deberá esperar su turno.

Considerar la edad y el temperamento de los gatos

Si el nuevo gato es pequeño, deberemos controlar de que no cargosee al gato antiguo, porque el querrá jugar pero si no se gano la simpatía del minino anterior, sera rechazado.
Dependiendo de cada gato, el tiempo de adaptación puede tardar entre horas o varios días, hay algunos casos pero son mínimos en los que tardan algunos meses hasta poder aceptarlo.

Paciencia y adaptación individualizada – Brindar atención equitativa y demostrar afecto

Para evitar problemas, alimentaremos a cada gato en lugares separados con platos distintos, vigilando que ninguno le saque la comida al otro. Tampoco debemos pasar demasiado tiempo sin atender a nuestro antiguo gato, no queremos escenas de celo, así que es bueno jugar con el, acariciarlo, demostrarle que no esta siendo desplazado por el nuevo felino.